A finales de la década de los sesenta empieza la crisis de la minería de los alumbres. A causa de las confrontaciones de Felipe II con nuestros principales clientes europeos, Inglaterra y Flandes, el alumbre no puede ser exportado y los principales ingresos disminuyeron.
En la futura Villa de Almazarrón las dificultades citadas en cuanto a obligaciones de reunir el dinero para pagar el privilegio, las pérdidas en los envíos a la Corte, los intereses producidos, los nuevos impuestos, etc. se transforman en empobrecimiento generalizado.
La producción agrícola se redujo debido a las sequías y plagas de langosta. Los alimentos básicos (trigo, aceite, vino…) escaseaban, a los trabajadores del mar se les obligó a comercializar el pescado en la villa, al precio establecido o, como alternativa, venderlo al exterior a cambio de trigo. Esta decisión provocó el abandono de la actividad pesquera con la consiguiente falta de productos marinos y la reducción de la vigilancia costera que los pescadores realizaban. Jerónimo García Jorquera
Este post es una adaptación de un fragmento (páginas 89) de: "La independencia de Almazarrón", publicado por el autor (Jerónimo García Jorquera) en Carlantum. Actas de las II Jornadas. U. P. de Mazarrón y Ayuntamiento de Mazarrón. 2005.
Imagen: Archivo fotográfico de Paco García.
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