(Rudyard Kipling)
Cuando leemos un texto, encontramos en él palabras que acostumbramos a utilizar en nuestro vocabulario habitual. Por ejemplo, palabras como “hablar”, “escribir”, “novela”, etc. las usamos frecuentemente sin tener que hacer esfuerzo alguno por “buscarlas” en nuestra mente. Forman parte de nuestro “vocabulario activo” (usual). En cambio, hay otras, como “idiosincrasia”, “guirnalda”, “psicopatología”, “ensueño”, etc., cuyos significados conocemos pero no solemos utilizar en el vocabulario que usamos normalmente para comunicarnos con los demás. Esas palabras forman parte del denominado “vocabulario pasivo” (no habitual pero de significado –más o menos- conocido).
El oficio de poeta requiere un amplio vocabulario activo, para “tener a mano” en cada momento, las palabras necesarias. Un buen método de ampliarlo es la lectura, siempre que se vea complementada por una memoria adecuada. En caso contrario, te recomiendo que hagas tu propia colección de palabras.
Hace unos años, la Escuela de Escritores propuso una encuesta entre internautas para decidir las palabras “más bellas” de nuestra lengua. El resultado fue una interesante colección y, entre las cinco más votadas, se encontraban: amor, libertad, paz, vida y azahar.
Si decides, como propongo, hacer tu propia colección, no habrás de centrarte sólo en las bellas. La poesía no habla siempre de las alegrías y bellezas de la vida. También tendrás que incluir palabras como desamor, esclavitud, guerra, muerte o estiércol.
He aquí un ejemplo de cómo coleccionar palabras a partir de este poema. Leemos este poema y vamos a seleccionar, para nuestra colección, las subrayadas.
POR SEPTIEMBRE...
Por septiembre
se te llenan de sótanos los labios
y es relativo el cielo
después de haberte visto preguntarle a la vida.
Pero también el cielo,
arrugado y preciso
como tu cazadora adolescente,
quiere estar entreabierto,
brillar recién amado,
descansando en la hierba
el peso de su larga cabellera de nubes.
Por septiembre
se te llenan de humo los síes en la boca.
Luis García Montero
España (1958)
Prepara 4 hojas. En la parte superior de cada una pon uno de estos títulos:
1) VERBOS
2) ADJETIVOS CALIFICATIVOS
3) SUSTATIVOS-1 (similares a concretos)
4) SUSTANTIVOS-2 (similares a abstractos)
Observación: Lo ideal es que, en las hojas, escribas las palabras en tres o cuatro columnas dejando, ante la inicial de cada vocablo, un espacio en blanco.
Por si el lector tiene dudas o desconoce la gramática, hago algunas aclaraciones para orientarle sobre las clases de palabras.
1) En VERBOS seleccionas palabras que a las que les puedes hacer esto:
Llenan (del verbo llenar), preguntarle (del verbo preguntar) amado (del verbo amar)
Recuerda que has de coleccionar los infinitivos (acabados en -AR, -ER, -IR )
La hoja de VERBOS, con palabras del poema, te quedaría así:
VERBOS
llenar,
preguntar
amar
querer
brillar
descansar,
2) En ADJETIVOS CALIFICATIVOS seleccionas las palabras que responden a estas preguntas:
- ¿Cómo es el perro? La respuesta podría ser “bueno” , “tierno”
- ¿Cómo está la….? “ “enferma”, “rota”
- ¿Cómo son las ….? “ “bellas”, “dulces”
- ¿Cómo están los .? “ “agotados”, “dispuestos”
Veámoslo ahora con palabras del poema:
¿Cómo es la cazadora? …. adolescente
¿Cómo está el cielo? ….. arrugado, amado
¿Cómo es la cabellera? … larga
La hoja de ADJETIVOS CALIFICATIVOS, con palabras del poema, te quedaría así:
ADJETIVOS CALIFICATIVOS
arrugado
amado
adolescente
larga,….
3) En SUSTANTIVOS-1 seleccionas palabras que sean “nombres” de animales (paloma), personas (rey), plantas (rosal) o cosas (ventana, agua, algodón, ….). Todas las palabras deben referirse a algo que se puede ver y/o tocar
La hoja de SUSTANTIVOS-1, con palabras del poema, te quedaría así:
SUSTANTIVOS-1
labios
hierba
cabellera
nubes
humo
sótanos
4) En SUSTANTIVOS-2 seleccionas palabras que sean “nombres” de cosas (cielo) o sentimientos ( amor, felicidad, venganza.) que NO se pueden ver NI tocar.
La hoja de SUSTANTIVOS-2, con palabras del poema, te quedaría así:
SUSTANTIVOS-2
cielo
vida,
No se trata de que aprendas de memoria las palabras, pero sí, de que tengas esa colección a la vista cuando la necesites.
Más adelante daré algunos consejos sobre como obtener el mayor provecho posible con ellas.
PROPUESTA DE TRABAJO
Amplía tu colección de palabras. Intenta llegar en una semana a más de 100 en cada grupo.
En el futuro comprobarás lo útil que te va a resultar ese vocabulario.
Jerónimo García Jorquera
Encuesta: La palabra mas bella
Semillas
Palabras “feas”
Imagen:
http://www.papelenblanco.com/metacritica/cuantas-palabras-usamos-descubre-la-riqueza-de-tu-vocabulario-y-ii
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