Gustavo Adolfo Bécquer tuvo sus críticos, entre ellos algunos autores vanguardistas. Como es natural, el poeta romántico también tuvo defensores y uno de ellos fue Miguel de Unamuno, como podemos comprobar en el poema “Te recitaba Bécquer”:
Te recitaba Bécquer... Golondrinas
refrescaban tus sienes al volar;
las mismas que, piadosas, hoy, Teresa,
sobre tu tierra vuelan sin cesar.
Las mismas que al Señor, de la corona
espinas le quitaron al azar;
las mismas que me arrancan las espinas
del corazón, que se me va a parar.
Golondrinas que vienen de tu campo
trayéndome recuerdos al pasar
y cuya sombra acarició la yerba
bajo la que has ido al fin a descansar.
O, burlándose de los ultraístas, con esta glosa irónica y profética de la rima LIII:
Volverán las oscuras golondrinas...
¡vaya si volverán!
las románticas rimas becquerianas
gimiendo volverán,
[...] Mas los fríos refritos ultraístas,
hechos a puro afán,
los que nunca arrancaron una lágrima,
¡esos no volverán!
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